viernes, 21 de noviembre de 2014

REFLEXION COMO PADRES Y MADRES


UN MOMENTO DE REFLEXIÓN COMO PADRES Y MADRES

 
 

·         ¿"Empujo" o animo demasiado a mi hijo/a a hacer deporte y a participar en competiciones?

 
·         ¿Soy de los que le dan indicaciones técnicas a su hijo/a durante una competición o antes después de la misma?

 
·         ¿Me desespera o irrita que mi hijo/a o su equipo pierdan con otros que pienso que no son tan buenos?


·         ¿Le he demostrado alguna vez mi enfado al entrenador/a de mi hijo/a por no contar en él como titular del equipo o por asignarle un puesto que creo no le corresponde?

 
·         ¿Suelo recriminar al árbitro durante una competición cuando su actuación no me ha parecido acertada?

 
·         ¿He recriminado o discutido abiertamente alguna vez con los padres de otros deportistas durante un entrenamiento o una competición?

 
·         ¿He ridiculizado alguna vez al adversario delante de mi hijo/a?


·         ¿He hablado alguna vez despectivamente del comportamiento y de la forma como el entrenador/a de mi hijo/a hace su trabajo?


·         En algunas ocasiones, ¿le doy demasiada importancia o critico el resultado de mi hijo/a en una competición?

 
·         ¿Sueño con que mi hijo/a sea algún día un/a gran campeón/a?

 
       Responder con un Sí a todas o varias de las preguntas anteriores, puede indicar una excesiva implicación en la práctica deportiva de tus hijo(s) o hija(s)
 

·         ¿Amenazo a mi hijo/a, e incluso llego a castigarlo con dejar de hacer deporte cuando no va bien en los estudios o hace algo mal?

 
·         ¿Suelo molestarme o mostrar poco interés en acompañar a mi hijo/a a los entrenamientos o competiciones?

·         ¿Me molesta o muestro poco interés en acudir a una reunión o a hablar con el entrenador/a cuando éste/a me cita?


·         ¿Pienso que mi hijo podría dedicarse a otro tipo de actividades más provechosas que hacer deporte?


En este caso, responder con un Sí a todas o a varias de estas cuatro últimas preguntas, puede indicar rechazo o apatía a la práctica deportiva de tus hijos.

 

En ambos casos, tu hijo a tu hija, puede estar experimentando una excesiva presión que podría contribuir a provocar desajustes emocionales, deterioro de la relación familiar, pérdida de motivación o interés por la práctica del deporte e, incluso el abandono del mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario